Estimados compañeros, parece que la liga ha llegado a su fin y los dirty boys han decidido despedirse de esta como los grandes: con un gol en las postrimerías del partido.
Formaron el equipo titular: Nuestro indiscutible guardameta: Sergio, Gabri “la navaja de Albacete”, el dúo naranja: David y Carlos, la french connection: Jerome y Gilles y Juan “Giovanni”. En el banquillo quedaron Antonio “Salinas” y Jaime “la tanqueta”. El grupo de ausentes estaba formado por los papás: Íñigo y Nacho y “por Dios trata de arrancarlo Carlos” Pepe.
Tras una mañana lluviosa parecía que íbamos a tener un partido pasado por agua, sin embargo la borrasca amainó y dejó la noche con una temperatura ligeramente fría, pero perfecta para un partido de fútbol. Tras algunos problemas menores de orientación la totalidad de los dirty boys se encontraban en el terreno de juego dispuestos a dejarse la piel en el campo.
Desde el comienzo los dirty boys se mostrarón muy sólidos y no tardaron en hacerse dueños del balón. No tardó en aparecer la primera ocasión clara de gol, el artífice Jerome, que con un disparo desde fuera del área sorprendió a propios y a extraños, lamentablemente el balón se estrelló en la escuadra y el “¡Uy!” resonó en el estadio.
Nuestros rivales, Babel FC, presentaron un equipo de 7 jugadores con una táctica my clara: el cerrojazo, y confiaban en poder aprovechar los contragolpes, pero la navaja de Albacete decidió que mientras él estuviera en el terreno de juego eso no iba a suceder. Y efectivamente fue así como llegó la gran ocasión del Babel, Gabri se encontraba en el banquillo y la defensa se descolocó tras el saque de un córner a nuestro favor. El rápido contraataque del Babel finalizó con un pase de la muerte a puerta vacía y al que el delantero no llegó por apenas unos centímetros.
El nerviosismo cundió entre los dirty boys y durante los siguientes 10 minutos de partido y el Babel se hizo dueño del mismo. Afortunadamente estaba ahí Sergio para arreglar los posibles desbarajustes y poner las cosas en su sitio, lo cual sucedió con un nuevo tiro de Jerome, el más activo en disparos a puerta, que nuevamente se estrelló en el travesaño.
Durante el descanso los dirty boys planificaron la segunda parte. A petición del guardameta, nuestra máxima autoridad, se decidió que Gabri permaneciese en el terreno de juego toda la segunda parte, y así se hizo.
El tiro a puerta desde el centro del campo con el que se inició la segunda parte sorprendió a los Babel, que consultaron al árbitro si eso era legal (¡qué pardillos!, pensábamos). El balón se marcho fuera y sin más preámbulos el partido continuó. La segunda parte se inició como la primera, con los dirty boys dominando el balón y, sobre todo, tocándolo. El balón se movía de una banda a otra y la movilidad de los delanteros, particularmente Gilles, abría muchos huecos que obligaban al Babel a estar constantemente corriendo en labores defensivas, y lentamente a cansarse.
Fruto de esta situación y la corta duración de las jugadas del Babel (que apenas iban más allá del saque de puerta), empezaron a llegar las ocasiones más claras. Las dos más claras, aparte del gol, fueron el tercer balón al larguero de Jerome y un desmarque de Gilles que, tras pase de la defensa, le dejó sólo frente al portero. La jugada finalizó en córner tras paradón del portero del Babel, que quedó tocado y tuvo que ser sustituido por uno de los jugadores de campo.
Pero no fueron estas las únicas, en los córner se producían segundo e incluso terceras jugadas que los jugadores al borde del área (David, Carlos o Juan generalmente) se encargaban de finalizar bien en córner bien a saque de puerta (cualquier cosa mejor que un contraataque). De tanto rondar por esa zona terminaron llegando las faltas al borde del área, hasta tres (casi todas a Jerome), que Carlos se encargaba de lanzar con resultados dispares (córner, saque de puerta, rechaces…).
Según se acercaba el final del partido los dirty boys se iban poniendo nerviosos, veían que esta victoria se les escapaba de las manos cuando no sólo habían jugado más, sino mejor. Pero tantas jugadas a balón parado tenían que traer su fruto. No está claro si fue una falta o si fue un córner el caso es que el balón salió rebotado hacia arriba tras un primer rechace. El balón iba a una zona muerta donde sólo había zagueros del Babel, quizás por eso se confiaron y no lograron reaccionar a tiempo, pero desde la defensa uno de los dirty boys sí tenía fe en ese balón. El remate de cabeza no fue un gran remate, lo suficiente para orientar el balón en la dirección correcta. Rechazó en un defensa que lo desvió lo justo y gol.
A falta de cuatro minutos el partido estaba sentenciado, pero los dirty boys no nos fiábamos. Seguimos manteniendo el nivel, especialmente en defensa. A los jugadores del Babel no les quedaba más que la heroica para empatar el partido y se fueron arriba con todo lo que tenían. Para finalizar la última gran ocasión de los dirty boys, un mano a mano de Carlos con el portero que finalizó en saque de puerta.
Y así fue como logramos esta victoria que, aunque insignificante en el computo total de la liga, sí muy importante para nosotros, porque ha sido la primera lograda en esos últimos cinco minutos fatídicos y hemos acabado con la moral por las nubes.
Y para finalizar el himno:
Adelante amigos del Pepe
la victoria llegará.
Jugaremos juntos partidos,
y derrotas se obtendrán.
Pero jugamos siempre con fe,
la esperanza no vamos a perder.
La victoria llegará,
y en el bar se celebrará.
Pepes, Pepes
no perdáis la fe.
Gashones al poder.
Chin-pun.
OTROS DATOS DEL PARTIDO:
Noveno partido de la Fase Regular de la liga GESDEPORT.
Árbitro: Correcto.
Recaudación: No hubo.
Héroe del partido: Pepe, lesionado tras el accidente de tráfico, esperamos contar con él pronto.
Ausentes: Pepe (obviamente), Íñigo y Nacho (nos alegramos porque sólo haya sido un susto)
Una cita: “Me gusta porque ha sido una victoria con fuerza”, Jerome al finalizar el partido.
TERCER TIEMPO:
La victoria fue celebrada bastante lejos, en Avenida de América, por Juan, Antonio y Jaime (David se cayó a última hora). Una ronda de cerveza (la de Antonio con limón) y una ración de bravas amenizaron una conversación sobre póquer.
Formaron el equipo titular: Nuestro indiscutible guardameta: Sergio, Gabri “la navaja de Albacete”, el dúo naranja: David y Carlos, la french connection: Jerome y Gilles y Juan “Giovanni”. En el banquillo quedaron Antonio “Salinas” y Jaime “la tanqueta”. El grupo de ausentes estaba formado por los papás: Íñigo y Nacho y “por Dios trata de arrancarlo Carlos” Pepe.
Tras una mañana lluviosa parecía que íbamos a tener un partido pasado por agua, sin embargo la borrasca amainó y dejó la noche con una temperatura ligeramente fría, pero perfecta para un partido de fútbol. Tras algunos problemas menores de orientación la totalidad de los dirty boys se encontraban en el terreno de juego dispuestos a dejarse la piel en el campo.
Desde el comienzo los dirty boys se mostrarón muy sólidos y no tardaron en hacerse dueños del balón. No tardó en aparecer la primera ocasión clara de gol, el artífice Jerome, que con un disparo desde fuera del área sorprendió a propios y a extraños, lamentablemente el balón se estrelló en la escuadra y el “¡Uy!” resonó en el estadio.
Nuestros rivales, Babel FC, presentaron un equipo de 7 jugadores con una táctica my clara: el cerrojazo, y confiaban en poder aprovechar los contragolpes, pero la navaja de Albacete decidió que mientras él estuviera en el terreno de juego eso no iba a suceder. Y efectivamente fue así como llegó la gran ocasión del Babel, Gabri se encontraba en el banquillo y la defensa se descolocó tras el saque de un córner a nuestro favor. El rápido contraataque del Babel finalizó con un pase de la muerte a puerta vacía y al que el delantero no llegó por apenas unos centímetros.
El nerviosismo cundió entre los dirty boys y durante los siguientes 10 minutos de partido y el Babel se hizo dueño del mismo. Afortunadamente estaba ahí Sergio para arreglar los posibles desbarajustes y poner las cosas en su sitio, lo cual sucedió con un nuevo tiro de Jerome, el más activo en disparos a puerta, que nuevamente se estrelló en el travesaño.
Durante el descanso los dirty boys planificaron la segunda parte. A petición del guardameta, nuestra máxima autoridad, se decidió que Gabri permaneciese en el terreno de juego toda la segunda parte, y así se hizo.
El tiro a puerta desde el centro del campo con el que se inició la segunda parte sorprendió a los Babel, que consultaron al árbitro si eso era legal (¡qué pardillos!, pensábamos). El balón se marcho fuera y sin más preámbulos el partido continuó. La segunda parte se inició como la primera, con los dirty boys dominando el balón y, sobre todo, tocándolo. El balón se movía de una banda a otra y la movilidad de los delanteros, particularmente Gilles, abría muchos huecos que obligaban al Babel a estar constantemente corriendo en labores defensivas, y lentamente a cansarse.
Fruto de esta situación y la corta duración de las jugadas del Babel (que apenas iban más allá del saque de puerta), empezaron a llegar las ocasiones más claras. Las dos más claras, aparte del gol, fueron el tercer balón al larguero de Jerome y un desmarque de Gilles que, tras pase de la defensa, le dejó sólo frente al portero. La jugada finalizó en córner tras paradón del portero del Babel, que quedó tocado y tuvo que ser sustituido por uno de los jugadores de campo.
Pero no fueron estas las únicas, en los córner se producían segundo e incluso terceras jugadas que los jugadores al borde del área (David, Carlos o Juan generalmente) se encargaban de finalizar bien en córner bien a saque de puerta (cualquier cosa mejor que un contraataque). De tanto rondar por esa zona terminaron llegando las faltas al borde del área, hasta tres (casi todas a Jerome), que Carlos se encargaba de lanzar con resultados dispares (córner, saque de puerta, rechaces…).
Según se acercaba el final del partido los dirty boys se iban poniendo nerviosos, veían que esta victoria se les escapaba de las manos cuando no sólo habían jugado más, sino mejor. Pero tantas jugadas a balón parado tenían que traer su fruto. No está claro si fue una falta o si fue un córner el caso es que el balón salió rebotado hacia arriba tras un primer rechace. El balón iba a una zona muerta donde sólo había zagueros del Babel, quizás por eso se confiaron y no lograron reaccionar a tiempo, pero desde la defensa uno de los dirty boys sí tenía fe en ese balón. El remate de cabeza no fue un gran remate, lo suficiente para orientar el balón en la dirección correcta. Rechazó en un defensa que lo desvió lo justo y gol.
A falta de cuatro minutos el partido estaba sentenciado, pero los dirty boys no nos fiábamos. Seguimos manteniendo el nivel, especialmente en defensa. A los jugadores del Babel no les quedaba más que la heroica para empatar el partido y se fueron arriba con todo lo que tenían. Para finalizar la última gran ocasión de los dirty boys, un mano a mano de Carlos con el portero que finalizó en saque de puerta.
Y así fue como logramos esta victoria que, aunque insignificante en el computo total de la liga, sí muy importante para nosotros, porque ha sido la primera lograda en esos últimos cinco minutos fatídicos y hemos acabado con la moral por las nubes.
Y para finalizar el himno:
Adelante amigos del Pepe
la victoria llegará.
Jugaremos juntos partidos,
y derrotas se obtendrán.
Pero jugamos siempre con fe,
la esperanza no vamos a perder.
La victoria llegará,
y en el bar se celebrará.
Pepes, Pepes
no perdáis la fe.
Gashones al poder.
Chin-pun.
OTROS DATOS DEL PARTIDO:
Noveno partido de la Fase Regular de la liga GESDEPORT.
Árbitro: Correcto.
Recaudación: No hubo.
Héroe del partido: Pepe, lesionado tras el accidente de tráfico, esperamos contar con él pronto.
Ausentes: Pepe (obviamente), Íñigo y Nacho (nos alegramos porque sólo haya sido un susto)
Una cita: “Me gusta porque ha sido una victoria con fuerza”, Jerome al finalizar el partido.
TERCER TIEMPO:
La victoria fue celebrada bastante lejos, en Avenida de América, por Juan, Antonio y Jaime (David se cayó a última hora). Una ronda de cerveza (la de Antonio con limón) y una ración de bravas amenizaron una conversación sobre póquer.
